A propósito de este penoso caso que me tocó el alma y una bronca atrasada que llevo, me pregunto: ¿cuál es la culpa y la pena que debemos aplicar a nuestros políticos por tomar malas decisiones?

Muchos episodios culturales a lo largo y ancho del país, muchas fiestas para inaugurar obras, muchísima guita en campañas políticas (les daría una hora a cada candidato en los medios de comunicación para presentar su gente y sus proyectos diez días antes de las elecciones y chau).

En donde hay que poner la guita, prioritariamente es en la salud y en nuestra seguridad, para mejorar los sueldos, capacitar a los profesionales, comprar equipamientos, insumos y de esa manera mejorar la calidad humana en estas áreas, para que nos atiendan y resuelvan los problemas con gusto y dedicación, no que un policía se convierta en un mafioso corrupto y un doctor en un desalmado por vivir en un ámbito de mierda falto de todo.

A esto tenemos que apuntar como sociedad, a no pedir por todo, a entender cuáles son las prioridades, a reclamar y oponernos a ciertas decisiones del “poder� político. A propósito puse poder entre comillas, no nos olvidemos nunca que el más poderoso es el pueblo, somos nosotros. Y de algo estoy muy seguro, es que somos recontra solidarios, pero nos dividimos por la maldita política partidaria, ese fantasma ciego y muy poco objetivo, responsable absoluto de cierto malestar. Y todo bien con las fiestas, pero las quiero de postre.

A nivel local a veces nuestros concejales en sus reuniones dan un ejemplo muy pobre, sobre todo para los jóvenes y chicos. A mí me gustaría que se confeccione una chaqueta de color azul y verde con una golondrina bordada en el pecho, como una camiseta de Las Breñas, para que cada concejal se la ponga en las reuniones, que se sienten en una mesa redonda intercalados uno de cada partido y que hablen y debatan como la gente y para la gente.

Por las dudas les aclaro, no pertenezco a ningún partido político, soy parte del pueblo y nada más. Mi partido es la objetividad. Si esto le duele un poquito a alguien por algo debe ser y si alguien lo festeja, también.