El Sumo Pontífice se mostró consternado por la matanza de civiles en Bucha a manos de las tropas rusas. También lamentó el escaso alcance de las organizaciones internacionales frente al conflicto.

En la audiencia general de este miércoles en la sala Pablo VI del Vaticano, el papa Francisco besó una bandera de Ucrania proveniente de Bucha y condenó la masacre contra civiles perpetradas en ese pequeño suburbio de la ciudad de Kiev por las tropas rusas.

"Las últimas noticias de la guerra en Ucrania muestran nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha, una horrenda crueldad, cometida también contra civiles, mujeres y niños", dijo el Sumo Pontífice.

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En ese contexto, el Papa agregó: "Son víctimas cuya sangre inocente clama al cielo e implora que pongamos fin a esta guerra, que hagamos callar las armas, que cesemos de sembrar muerte y destrucción".

Minutos después, Francisco desplegó, ante miles fieles reunidos en la sala Pablo VI, una bandera ucraniana que le habían acercado.

"Esta bandera viene de la guerra, de la ciudad martirizada, Bucha", dijo Francisco, en presencia de varios niños ucranianos y antes de besar la bandera, visiblemente ennegrecida.

Durante su discurso, Jorge Bergoglio también lamentó el escaso alcance de las organizaciones internacionales frente al conflicto.

"Tras la Segunda Guerra Mundial, intentamos fijar las bases de una nueva historia de paz, pero, desgraciadamente, la vieja historia de las potencias rivales se ha perpetuado. Y, en la guerra actual en Ucrania, somos testigos de la impotencia de las organizaciones internacionales", cerró.