Capacidades científicas, expertise técnica y vanguardia de conocimientos confluyen a lo largo de todo el país en la conformación de la red de drones de INTA. Sinergias para potenciar el trabajo colaborativo y promover una incorporación responsable y bien informada de drones en distintas tareas agropecuarias.

La incorporación de drones, o vehículos aéreos no tripulados (VANT) o Aeronaves pilotadas a distancia (RPA) en el sector agropecuario ha dejado de ser una novedad para convertirse en una herramienta de precisión consolidada. Es una tecnología que vino a sumarse y complementarse dentro del parque de maquinarias existente, potenciando la toma de decisiones agronómicas.

En este contexto, desde el Programa nacional de AgTech de INTA se ha impulsado la conformación de la Red de Drones: una iniciativa que trasciende la mera operación de vuelo para enfocarse en la generación de datos de calidad, la validación científica de ensayos o pruebas a campo y la exploración técnica en distintos usos y ambientes.

Capacidad operativa y objetivos estratégicos

La Red de Pilotos de Drones del INTA surgió de la necesidad estratégica de organizar y potenciar, tanto el equipamiento disponible como el capital humano de la institución. Actualmente, esta Red cuenta con una masa crítica significativa: más de 65 investigadores vinculados a unas 20 líneas de investigación y un cuerpo de 22 profesionales con licencia de piloto, trabajando vinculados a lo largo del país.

El propósito fundamental de la Red es aprovechar esas fortalezas institucionales para desplegar múltiples acciones de articulación con proveedores de productos y servicios, con aeroaplicadores, y con los productores que están evaluando la posibilidad de incorporación de este equipamiento para acelerar la adopción.

En primer lugar, la Red busca la generación y capitalización de datos para alimentar modelos predictivos más precisos. No se trata solo de "salir y volar", sino de procesar información agronómica compleja, de incorporar a la investigación científica información de relevancia, realizar monitoreos continuos y obtener registros fluidos aprovechando todo el potencial de capacidad que brindan los drones actualmente. INTA también realiza ensayos y valida resultados obtenidos en distintos ámbitos de testeos.

En segundo lugar, la Red entiende que no hay tecnologías buenas o malas, sino usuarios formados y capacitados para hacer el uso más adecuado de cada recurso. Por lo que, a través de sus agencias de extensión, estaciones experimentales y del área de capacitación a distancia – PROCADIS, ha realizado más de 30 jornadas a campo, ciclos de capacitaciones virtuales y webinars, ha participado en 5 megaexposiciones agrícolas nacionales. Y es fuente constante de atención y consulta a productores.

También, la Red brega por la seguridad y las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el uso de RPAs. Esto es vital en un escenario donde la normativa evoluciona, como lo demuestran las Regulaciones Argentinas de Aviación Civil (RAAC 100-101-102), que exigen un abordaje profesional y legal, diferenciando entre categorías abiertas, específicas y certificadas según el peso y el riesgo de la operación.

Aplicaciones tecnológicas y líneas de investigación

El INTA despliega el uso de drones en múltiples vías que van mucho más allá de la aplicación de fitosanitarios; se destacan investigaciones en distintas disciplinas y ámbitos productivos: forestales, cultivos industriales, agricultura extensiva, ganadería, vitivinicultura, entre otras).
En la agricultura extensiva, los equipos se utilizan para el fenotipado de variedades en cultivos como algodón y girasol, o fenotipado de alto caudal para estimar altura de soja, y para la agricultura de precisión mediante geomática y microsegmentación ambiental. O realizando ensayos para evaluar deriva y eficiencia en la aplicación de fitosanitarios.
El uso de cámaras térmicas y multiespectrales permite monitorear las características de la canopia de forma rápida y precisa. A través de índices de vegetación como NDVI y SAVI, los investigadores pueden medir biomasa, realizar conteo de plantas y detectar estrés hídrico mediante el monitoreo de la temperatura del cultivo.

En el ámbito de la protección vegetal, los drones facilitan la detección temprana de enfermedades en producciones intensivas como olivo, tabaco, vid y duraznero, permitiendo una toma de decisiones anticipada ante problemas sanitarios.

También, se están realizando estudios en relevamientos forestales, restauración de áreas boscosas quemadas, en el manejo de bosques nativos.

La versatilidad de la Red también alcanza a la ganadería y al manejo de recursos naturales. Se desarrollan líneas de trabajo para la evaluación de pasturas y pastizales, el conteo y seguimiento de rodeos e incluso la localización de fauna autóctona como guanacos y llamas.

Asimismo, ante escenarios de cambio climático, esta tecnología es clave para la gestión de riesgos, permitiendo el relevamiento de daños por eventos extremos, como inundaciones, sequías, incendios, granizo, entre otros y el modelado hidrológico de ambientes complejos.

La articulación público-privada como motor de innovación

La aceleración en la adopción tecnológica requiere siempre de una construcción dinámica, de alianzas público-privadas, y acciones colectivas de capacitación para democratizar el acceso significativo de nuevas herramientas productivas.

La Red ha formalizado convenios y acciones con actores clave del sector, como la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FEARCA) y la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), además de articular iniciativas académicas con la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional de Córdoba.

Estas alianzas permiten no solo la capacitación en el manejo del equipo, sino también en conocimientos sobre softwares de procesamiento, en buenas prácticas, en protocolos de ensayos. La analítica agronómica vinculada al uso de drones, valor incalculable que INTA aporta en este sentido, es uno de los aspectos diferenciales donde a menudo reside el verdadero valor agregado.

Como hito de esta estrategia colaborativa, el INTA ha coorganizado el Simposio Internacional de Drones 2025 junto a la Sociedad Rural de Tucumán y varias empresas que han sido colaboradoras del evento. Durante los 3 días, el Simposio reunió a más de 200 participantes y 26 ponentes nacionales e internacionales para debatir temáticas de vanguardia vinculadas a todos los aspectos de uso y prácticas con drones, desde calibración, plan de vuelo, usos y aplicaciones dirigidas, hasta la gobernanza aérea, normativas legales vigentes y la implementación de algoritmos de visión artificial. La propuesta para seguir creciendo ya está lanzada. El desafío apunta a concretar el Congreso Internacional de Drones 2026como el principal punto de encuentro del sector en el Cono Sur.

En definitiva, la Red de Drones del INTA se posiciona como un referente técnico y científico que, mediante la validación de ensayos y la vinculación estratégica, busca asegurar que la tecnología llegue al productor de manera eficiente, segura y sostenible.

Para más información, comunicarse con agtech@inta.gob.ar| Emanuel Visentini visentini.emanuel@inta.gob.ar
Por Gabriela Tallarico, Emanuel Visentini y Facundo Calderón (INTA Argentina).