Una fecha que pocos conocen pero que nació de un hallazgo accidental que cambió para siempre la economía del país.

El 13 de diciembre es el Día del Petróleo en Argentina. Pocos lo recuerdan, pocos lo mencionan, pero detrás de esta fecha hay una historia que —sin exagerar— alteró el rumbo económico y energético del país entero. Y como ocurre tantas veces, todo empezó con algo mucho más modesto: la necesidad de encontrar agua.

En 1907, Comodoro Rivadavia era apenas un poblado perdido en la inmensidad patagónica. Un caserío de unas 50 familias que dependía de la llegada de barcos y de la buena voluntad del clima. La prioridad era simple y urgente: conseguir agua potable. Por eso un equipo de perforación trabajaba día y noche, convencido de que en algún punto del subsuelo aparecería el recurso que necesitaban.

Pero la Patagonia, siempre llena de misterios, tenía otro plan.

A 540 metros de profundidad, lo que brotó no fue agua sino un líquido espeso, oscuro, aceitoso. Primero vino la confusión, después la sospecha… y finalmente la certeza: era petróleo. Un descubrimiento completamente accidental que nadie esperaba y que, sin saberlo, estaba inaugurando la era petrolera argentina.

Cinco años más tarde, en 1918, la historia volvió a repetirse en otra zona remota del sur. El equipo Patria, dirigido por el ingeniero Enrique Cánepa, perforó un pozo en Plaza Huincul, Neuquén. A 605 metros, otro estallido de petróleo sorprendió a todos. Dos localidades aisladas, dos perforaciones buscando otra cosa, dos hallazgos que abrían una puerta inmensa para el desarrollo futuro.

La transformación, sin embargo, no quedó solo en manos del azar. En 1922, el presidente Hipólito Yrigoyen tomó una decisión que marcaría un antes y un después: creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la primera empresa estatal en el mundo encargada de explorar, extraer, tratar, destilar, transportar y comercializar petróleo. Fue un modelo pionero, pensado para que la riqueza del subsuelo quedara en manos del Estado y se transformara en una herramienta estratégica para el desarrollo nacional.

Así nació esta historia: buscando agua, encontramos petróleo; intentando resolver un problema local, abrimos una puerta nacional.

Por eso el 13 de diciembre celebramos el Día del Petróleo: porque un hallazgo imprevisto se convirtió en una de las transformaciones económicas más profundas, duraderas e influyentes de la Argentina moderna.