Escribo lo presente en mi nombre y el de muchos argentinos judíos que en lugar de escribir están produciendo, frente a lo que intentaré describir, respuestas de otra índole pero quizás, tan o más eficaces.

El estado de ánimo que hoy nos invade es la tristeza y el desánimo, que, al combinarse con la enorme preocupación que la marcha de la economía del país y la problemática social que produce, ha ocupado nuestros recientes pensamientos , nos provoca una formidable inquietud, pues vemos que, como ondas expansivas, las cuestiones que motivaron nuestro desánimo no solo no han desaparecido, sino que, por el contrario, han incrementado el volumen de su presencia ayudados por instrumentos que en lugar de fomentar el conocimiento y la razón, pregonan consciente y hasta con perversas intenciones, métodos y filosofías de vida que tanto histórica como contemporáneamente han promovido, mal informando e intencionadamente difundiendo, el “bárbaro concepto� de que, la muerte, como instrumento de redención del hombre, es más importante para este que la vida, sin tomar en cuenta, con la responsabilidad necesaria, que la mentira, cuando es formulada con la metodología precisa, produce en los receptores de la misma similar efecto que la verdad más concluyente, pudiendo llegar al límite de convertir a esta en elemento perturbador de la propia existencia.

Tampoco podemos obviar el efecto de la simulación que con mucha calidad utilizan muchos comunicadores para absolverse a sí mismos de las culpas del asentimiento de estas prácticas poco propicias para el cultivo de una mejor sociedad, aduciendo ser solo transmisores de pensamientos y sucesos producidos por ajenos.

Esta introducción pretende fundamentalmente brindar un marco adecuado para el tratamiento de algunos hechos de enorme trascendencia que suceden en nuestro país y en el mundo durante estos últimos días que nos afectan en nuestra condición de seres humanos, de argentinos y de judíos.

Un Señor, de apellido Cuneo y según su propia información, de profesión periodista, haciendo uso de la libertad de prensa, de expresión y de palabra que la Constitución Nacional y las leyes de nuestro país le otorgan, hace uso de las mismas, aprovechando el innegable estado de efervescencia y excitación que produjo en nuestra sociedad la problemática económica, para emitir discursos panfletarios, que ha dado en llamar “editoriales�, rodeado de personajes que sonríen complacientemente al compás de sus diatribas y disparates, repletos no solo descalificaciones a las autoridades nacionales, sino ir mezclando las mismas con argumentos que dejan perfectamente visibles el alto nivel del anti-judaísmo, anti-israelismo y anti-sionismo, que podemos resumir como antisemitismo, que forman parte de su pensamiento e ideario. Una única cita sobre sus dichos, basta como ejemplo. Sólo una mente turbada por este tipo de sentimientos es capaz de intentar reciclar aquella grosera blasfemia inventada, hace varios años por el perverso antisemita Beveraggi Allende de que los judíos para expandir sus territorios deseaban apropiarse de las tierras de la Patagonia de nuestro país, para crear una nación que se denominaría Andinia. El tiempo y los hechos reales demostraron lo sacrilego de esas aseveraciones, pero nadie puede ignorar el malestar y sorpresa de gran parte de la sociedad, que incrédula escuchaba “semejantes estupideces� y las actitudes de aprobación de muchos antisemitas de ese entonces.

La soberbia conque este personaje se planta frente a las cámaras de televisión hacen recordar automáticamente, a la forma conque se presentaban ante la gente los nazi-fascistas, protagonistas fundamentales de uno de los más trágicos momentos vividos por el mundo. Imágenes que hemos conocido a través de las pocas registradas por los medios visuales de entonces y por las historias que transmitieron los sobrevivientes.

El antisemitismo y los antisemitas, existen en nuestro país y saben que, siempre, cualquier chispa, por pequeña que sea, es válida para comenzar un gran incendio, y este sigue siendo su gran deseo, que esperemos nunca se cumpla.

La D.A.I.A. a nivel nacional ya informo que efectuará contra este señor las denuncias penales correspondientes como también nos acabamos de enterar, por su propia boca, que este personaje no tendrá más el programa que utilizara para exponer sus blasfemias y que pasará a dedicarse a la política para “derrumbar el gobierno “…pro-israeli� de nuestro país. Tiene el derecho de participar en política, pero de ninguna manera tiene el derecho a mentir, ni él ni nadie…

Otro hecho que podemos considerar como extremadamente grave es el tratamiento que a través de grandes titulares y copias de noticias surgidas de agencias que responden a intereses muy especiales, le están dando los medios de comunicación a los sucesos que desde hace ya varios días se están produciendo en la frontera entre la Franja de Gaza, parte del País Palestino y el Estado de Israel.

Todos ellos, o la inmensa mayoría, presentan al Ejercito del Estado de Israel como “gustoso matador� de seres humanos. Todos ellos refieren a los muertos como producto de la intolerancia del pueblo, gobierno y ejercito del Estado de Israel. Estos son presentados, sin formular ninguna explicación, como los grandes provocadores de los enfrentamientos y muertes.

Todas las noticias hacen gran hincapié en la disparidad de fuerzas conque cada sector acude al enfrentamiento. Un ejército perfectamente dotado, contra un indefenso pueblo que sólo desea expresarse.

Pero ninguno le explica a la gente que la población de la Franja de Gaza, incluidos aquellos que se denominan autoridades, como quien se titula presidente de Palestina, Abu Mazzen, son directamente manejados por los grupos de terroristas; Hamas y Hezbolla, que son quienes mandan por sobre las conciencias, los pareceres y los deseos de los palestinos allí residentes.

Estos grupos, junto a un grupo mayor como el ISIS, son los grandes cultores de la supremacía de la muerte sobre la vida. Son los que transmiten, enseñan y fundamentalmente imponen a sus integrantes y adherentes, como verdad revelada, que surge de la libre interpretación de sus escritos religiosos , que la alegría con que su Dios recibe a sus súbditos y cultores depende directamente de la cantidad de muertos que ellos hayan provocado en su vida y por ello los premia con los más insólitos obsequios.

Estos grupos facciosos, Hamas, Hezbolla , Isis y algunos otros, son los que utilizan todos los dineros que desde diversos países y sectores del mundo se envían a Palestina para paliar parte de los graves problemas de alimentación y salud que padecen, para la compra de las más sofisticadas armas que se fabricas y que las maffias especializadas les venden.

Estos grupos sediciosos, son quienes, bajo la denominación de “Dia del retorno�, incitan y obligan a la sociedad palestina a trasladarse masivamente, a la frontera con Israel, para que, una vez lograda la derrota y muerte de los Israelíes, cruzar la misma, y ocupar las tierras que no les pertenece, con la indicación de que la primera línea de avance debe ser ocupada por mujeres con sus niños.

Son los mismos grupos que con el fin de victimizarse aún más frente al mundo, destruyen todos los elementos a través de los cuales Israel les brinda servicios elementales para el pueblo palestino.

Estos grupos son los mismos que continúan luchando por crear dentro de territorios que pertenecen a Siria e Irak un Califato que funcione bajo su mandato y respete plenamente su libre interpretación de los mandatos del Corán. Son los que ven a cualquier persona que adhiera a otra Fé religiosa como infieles de Dios y no merecedores de vida. Son los que ante el silencio de una gran parte del mundo, destruyeron a su paso viviendas e instituciones religiosas pertenecientes a otros credos.

Son los que dicen abiertamente que, con el transcurrir del tiempo y la complicidad de muchos adeptos que abdicaron de sus creencias subordinándose a la de estos cultores de un mundo colocado a su servicio, recuperaran para sí a la Europa que hoy mira atónita como su postura de recibir fuertes inmigraciones provenientes de conflictuados sectores del mundo asiático, fue propicia para la recreación de un perverso pensamiento de dominación que ya ha provocado en diversos países y regiones cambios de una profundidad tal que incide fuertemente sobre su propia identidad.

Y sin que toda esta realidad relatada sea tomada en cuenta, sin analizar todo esto con la seriedad y honestidad que se requiere, y permitiendo que los facciosos, utilizando falsos argumentos y deformando cuestiones históricas y métodos de trágica insensibilidad, se presenten ante la sociedad como víctimas, ocultando sus perversas intenciones y utilizando la fértil semilla del antisemitismo diseminada por el mundo, divulguen a través de funcionales agencias de comunicación que cuentan la historia tal como ellos lo desean y medios de comunicación que reproducen esos escritos sin intentar, aunque sea mínimamente, comentar a que responden, y les brindan espacios y ubicaciones privilegiadas en sus publicaciones, promoviendo una situación realmente tensa y complicada, por cuanto, sin ser israelíes, pero si judíos totalmente adeptos a la vida y existencia plena del Estado de Israel, por ser el mismo parte de la milenaria historia de nuestras propias vidas, pero también como argentinos, nos sentimos en la gran necesidad de solicitar una más plena presencia de objetividad en la presentación de los sucesos a los que estamos haciendo referencia, sin que ello signifique que el presente pedido sea tomado como un deseo de censurar a quienes no piensan o analizan las cosas como nosotros, sino fundamentalmente para que nadie esconda la verdad de sus sentimientos y pareceres, que pueden ser más o menos aceptados o respetados por cada uno, pero de esa manera nadie podrá ser sorprendido en su buena fe.

Deseamos custodiar una forma de vivir y relacionarnos que practicamos desde nuestra propia esencia y nos sentimos con el derecho de plantear y opinar sobre todos y cada uno de los sucesos que entendamos puedan provocar acontecimientos que la alteren y sobre cuyas consecuencias preferimos no formular apreciaciones.

Cada vez que la equidad y la libertad sufren desviaciones, o son violentados sus límites, alguien resulta perjudicado y para que nadie se confunda el mejor antídoto es simplemente: La verdad.